Fotografía.
El Alma Desnuda es un proyecto fotográfico que convierte el autorretrato en un acto de confrontación y revelación.
Marina Gildor explora el desnudo no como mera representación del cuerpo, sino como metáfora de la intimidad y del juicio propio: el espejo se transforma en escenario donde el artista se enfrenta a su mayor crítico, ella misma.
La serie transita desde la timidez inicial —el objetivo como barrera— hacia un proceso de descubrimiento y aceptación, donde el cuerpo se convierte en vehículo de verdad y vulnerabilidad. Los objetos, telas y marcos que aparecen en las imágenes funcionan como mediadores entre exposición y protección, evocando la distancia que también generan las redes sociales: mostrarse sin estar del todo expuesto.